Hace años aterrizó una avionetica en plena Plaza Roja de Moscú, el ministro de la defensa, quien no operaba, ni los radares ni los sistemas de alarma temprana, renunció, reconociendo algo insólito en nuestro entorno; la responsabilidad política.
Nuestro país padece del Santanderismo, como bautizamos el abuso de la normatividad; el alcalde de Medellín, ahora recurre a todas las formas de lucha para eludir el veredicto de las urnas sobre lo que opinan sus paisanos de la manera cómo se ha gobernado, no cabe duda que Quintero y sus funcionarios están aterrados.
América Latina, la tierra bendecida, donde la naturaleza es fértil, donde el clima es benigno, lleno de gente trabajadora e ingeniosa, ha sido lenta en superar la pobreza, (aún uno de cada siete colombianos padece pobreza absoluta) y donde la violencia impera a tal punto que somos la región más sangrienta del planeta; la respuesta no es simple.
Hemos sido gobernados por dictadores de uno y otro cuño; Centro América era conocida como la tierra de las repúblicas banana, ni qué decir del resto del continente, unas veces bajo la bota militar, otras en manos de civiles apoyados por la misma fuerza armada, mal del que ni Colombia se ha escapado puesto que registramos a Melo en el siglo XIX y Rojas en el siglo XX, aquí donde nos jactamos de ser el modelo democrático de la región.
Algunos analistas achacan este mal a la herencia española, aquí se hace dinero a la sombra del poder, nosotros no conocemos a los que han amasado fortunas con empresas que producen e innovan como: Jobs, Musk, Bresos, Gates, Zuckenberg; los nuestros se hacen millonarios o ejerciendo el poder como: Maduro, Chávez, Kirchner u Ortega, o a la sombra de los mismos como: Saab, la Tocarruncho, o los contratos que con generosidad y largueza entregaba Santos a comunicadores y sus esposas o los más recientes de la esposa de contratistas a cargo de la poderosísima Paula Correa y punto aparte merecen los que se hacen millonarios manejando los dineros públicos, los impuestos parafiscales, las concesiones, los contratos para asesorar y hacer estudios inocuos o inexistentes, o por el manejo de los depósitos de las enormes cuentas oficiales, etc.
Somos presa fácil del totalitarismo; como menciona Wasserman en su reciente columna, cuando cita a Hannah Arendt: “en los movimientos totalitarios prevalece una combinación de credulidad y cinismo”, dice el mismo escritor, refiriéndose al éxito inusitado de Trump, que su estrategia de dividir a la gente entre víctimas y victimarios, al poner en un extremo a los que tienen estudios universitarios a quienes les ha ido muy bien y al otro a aquellos que han desmejorado, así los malos son todos aquellos que no son como yo; esta estrategia produjo resultados electorales sorprendentes.
La credulidad y el cinismo entran a jugar un papel categórico, “no importa lo que el líder haya hecho o dicho en el pasado, no importan sus alianzas non sanctas ni sus pobres logros” más adelante el mismo Wasserman dice: “Para aumentar su credibilidad el líder debe deshacerse de su historia” y entre comillas cita: “Todo fue siempre como es ahora. No existen los procesos de cambio, no hubo progresos ni retrocesos, solo hay culpas. Son los mismos los que nos han victimizado los últimos doscientos o quinientos años. Han organizado conspiraciones por todas partes.”
Termina diciendo. “Trump no es único, hay y habrá más como él. Difícil de combatir el tsunami de insensatez, porque es reconfortante tener un mesías salvador”. En nuestro concepto y salvo mejor opinión, lo que lo que está pasando en el coloso del norte se repite en el resto del continente
Juan Guillermo se le olvido nombrar al mesias de Uribe?
¿Uno de cada siete? ¿El 11%? Actualízate.
!El indicador de pobreza en Colombia es del 40%!
Recomiendo leer estadísticas, de la ANDI:
http://www.andi.com.co/Home/Noticia/17140-la-camara-de-alimentos-de-la-andi-y-aba
Respetado Columnista:
Hannah Arendt en su libro El Totalitarismo y sus Horrores, en la Introducción, cita a la investigadora italiana Simona Forti : » Los regímenes totalitarios no se limitaron a ejercer su poder sobre la vida suprimiendola.
No, fue un enorme e inaudito abuso de poder lo que pisoteo los derechos de los individuos.
El poder político logró transformarse en un dominio total y sutil a la vez presentándose en primer lugar como garante de la seguridad, de la salud y de la prosperidad de todo un pueblo. »
En el país del Eterno jefe ( Uribe y su Centro Demoníaco, acolitado por los partidos tradicionales) se observa que lo planteado por la Investigadora Forti, es de vigencia desde que el Inombrable, ejerce su poder mesiánico en el territorio .
Plantea Arendt:
» Los regímenes totalitarios quieren conquistar y controlar la maquinaria del Estado.».
En el gobierno del Subpresidente Duque:
> Concentración de poder en los entes de control.: Procuraduría, Fiscalía, Contraloría.
> Concentración de la violencia para eliminar a sus contradictores
> Concentración de los medios,de comunicación para maquillar realidades sociales.
Un sutil totalitarismo.
Y si de Mesías hablamos: la actitud paternalista, el discurso pastoril, del Eterno guerrerista.
Y si se de líderes que denuncian hegemonias políticas, económicas que manejan tradicional y corruptamente ciudades, no es para menos que esa misma clase de gente poderosa: convoque a revocatoria de mandato, a descalificar por sospecha.
P.D.: Totalitarismo de Izquierda , Totalitarismo de Derecha, terror social.