Por GERMÁN A. OSSA E.
He pasado tanto tiempo sin ir a una sala de cine que hasta se me han olvidado qué teatros tenemos en Pereira. Gracias a que los que se inventaron desde el internet, los computadores, los celulares y las plataformas que venden las películas por suscripción, en donde uno no sabe a quién le compra nada ni cómo carajos le llegan a uno las que quiere y desea a la pantalla del televisor de la casa o de su pequeño portátil, nosotros, los que de verdad amamos al cine, podemos decir que mantenemos actualizados, así los que vivan de esa magia, es decir, del cine, se estén quejando a diario porque su película de verdad, la que viven en “Purilia”, la imaginaria ciudad del cine (Hollywood ?), se vayan perdiendo en la vida real, del escenario de la fantasía que aparentemente los hizo inmortales y famosos.
Mi computador está envenenado con NETFLIX, pues tiene todas esas series y películas que esta plataforma fabrica a destajo cada instante y es impresionante la manera como le llegan a él, todas esas producciones que no han podido volver a las salas grandes, gracias a que la pandemia que nos generó ese virus que hicieron los chinos para acabar de una vez por todas con nuestra tranquilidad, han encontrado en ella, su supervivencia.
Gracias a que son tantas las producciones que hay en su inventario, uno puede escoger géneros, escuelas, tendencias, estilos y calidad. Obvio, hay buenas, regulares y malas. Y de cada una de ellas, muchas.
Pero no hay tiempo para verlas todas. Hay que escoger y adivinar, porque hay algunas que uno no sabe qué van a contar y tampoco, de qué manera lo van a hacer y sus productores, realizadores, actores y actrices son tan variados y disímiles, que las sorpresas van y vienen.
Me arriesgué esta semana a ver una española de nombre TOC-TOC; Una comedia obsesivamente divertida, con temor, pero motivado solo porque en su reparto aparecía la actriz de Pedro Almodóvar Rossy de Palma, que, a decir verdad, es extraordinaria y me amarró a mi silla de principio a fin, obligándome a atender con demasiada atención su extraña, agresiva, absurda, lógica, intrigante y original historia. Y la recomiendo sin temor, pues es un ejemplo de terapia, sanación, trabajo de grupo, comedia, drama, que, pese a lo absurdo de muchas situaciones, enseña muchas cosas, además de que la actuación de todos los que la interpretan, es impresionantemente impecable.
Qué cuenta la película ?
Un grupo de pacientes coincide en la consulta de un eminente psicólogo, todos ellos aquejados de TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Pero como el médico se retrasa, tendrán que esperarle intentando mantener a raya -o no tanto- sus manías, impulsos, convulsiones, obsesiones y rituales. Adaptación de la famosa obra teatral del autor y humorista francés Laurent Baffie.
El cine tiene la capacidad de ser un medio idóneo, para lograr la mentalización y la educación en diversos planos de la vida. Además, esta capacidad mejora si se convierte en una actividad regular, dirigida y regulada para favorecer procesos reflexivos.
Si estas actividades pueden ser trabajadas interprofesionalmente, y con múltiples miradas enriquecen más los resultados de los debates y trabajos grupales, si se utilizan como elementos pedagógicos específicos en cada una de las asignaturas.
La salud pública como campo de conocimiento es un área muy adecuada para usar el cine como herramienta para reflexionar los conceptos de promoción, protección de la salud y poder cuestionar ciertas prácticas relacionadas con los objetivos finales de los sistemas sanitarios que son prolongar la vida con dignidad y ayudar a morir de la misma forma.
La experiencia de la Facultad con el Plan Estratégico Institucional (PEI), brinda la posibilidad de articular los ámbitos de la docencia, la extensión y la investigación de todas las carreras que se dictan en ella y establecer formas innovadoras de relaciones entre todos los actores.
Recomendada para los sicólogos, los pacientes que tienen hábitos extraños y que los reconocen y hasta los que no creen tenerlos, para la gente normal y hasta para los que sienten rabia al ver que la gente que los rodea, tienen alguno de esos traumas o actuaciones que para muchos, no son convencionales.