La historia de los caminos en la región del Eje Cafetero se remonta a los Quimbayas, una civilización avanzada que habitó estas tierras mucho antes de la llegada de los europeos.
Estos indígenas no solo dejaron un legado de orfebrería, sino también una vasta red de caminos que conectaban sus territorios a través de montañas y valles, facilitando el intercambio de bienes como maíz, cacao, sal y oro, e integrando a los Quimbayas con otras comunidades indígenas.
Estos caminos, construidos con un profundo conocimiento geográfico, desempeñaron un papel importante en la vida económica y social de la civilización quimbaya.
Entre ellos destacaba el “Ansermaquie”, una ruta que conectaba el territorio quimbaya con los Ansermas, facilitando el comercio interregional.
Otro de los caminos importantes era el “Camino del Otún” o “Bodoncoyma”, que seguía el curso del río Otún, facilitando tanto el transporte de productos agrícolas como actividades económicas relacionadas con la pesca.
Con la llegada de los españoles, los antiguos caminos de los Quimbayas no cayeron en desuso; por el contrario, se convirtieron en arterias vitales para la economía colonial.
Los arrieros, acompañados por recuas de mulas, comenzaron a recorrer estas rutas, transportando productos como café y tabaco desde las zonas rurales hacia las ciudades en crecimiento.
Así, los antiguos senderos de los Quimbayas se transformaron en el cimiento sobre el cual floreció la arriería, una actividad clave entre los siglos XVIII y XIX.
Más tarde, a finales del siglo XVIII, los colonos antioqueños aprovecharon estos mismos caminos para expandir su territorio hacia el sur.
Rutas como el “Camino del Quindío” y el “Camino de Don Fermín López” se utilizaron para fundar nuevas poblaciones en tierras que alguna vez fueron dominadas por los Quimbayas.
Esta expansión consolidó la región que hoy conocemos como el Eje Cafetero como un núcleo económico, destacándose por la producción de café y el comercio minero, particularmente en áreas como Marmato y Supía.
Con el paso del tiempo, los antiguos caminos quimbayas se adaptaron a las necesidades de cada época.
Evolucionaron de simples senderos para el tránsito a pie a caminos para el transporte en mulas, y finalmente, a carreteras pavimentadas que forman parte de la infraestructura moderna de la región.
Las principales carreteras que conectan ciudades como Pereira, Manizales y Cartago siguen el trazado de los antiguos senderos quimbayas, un testimonio de cómo las huellas de esta civilización siguen influyendo en la vida contemporánea.
A pesar de la modernización, algunos vestigios de los antiguos caminos de los Quimbayas todavía sobreviven en áreas rurales.
Estos senderos, aunque en su mayoría están olvidados o poco transitados, representan una ventana al pasado. Reflejan cómo los Quimbayas dominaron el entorno geográfico de su tiempo con conocimiento y destreza. La preservación de estos caminos es fundamental para mantener vivo el patrimonio cultural y la historia de la región.
En la actualidad, los esfuerzos por investigar y preservar estos caminos se han intensificado.
A través de estudios arqueológicos y proyectos de conservación, se busca no solo recuperar las rutas físicas, sino también rescatar la memoria de los pueblos indígenas que alguna vez los recorrieron.
Estos caminos no son meras vías de transporte; son símbolos de la resiliencia, creatividad y profunda conexión de los antiguos habitantes con su entorno. Constituyen un puente entre el pasado y el presente, un testimonio vivo de los pueblos que forjaron su historia a través de ellos.
Que buen recordemos Javier, no solo sobre los medios de comunicación indígenas, sino también de rescatar sus culturas, idioma y forma natural de vida.
Se debiera impulsar el designar con nombres
Indígenas vías, parques, estaciones, paraderos etc. Comi forma de conservar su legado.
Mil gracias por recordarnos que nuestras civilizaciones indígenas tenían sus propios caminos, que bueno rescatarlos y volver a ponerlos en actualidad,como un legado vivo de nuestros ancestros. ¿Hay alguna institución intentando rescatar esos caminos tradicionales? Saludos y bendiciones.