El gobierno actual, el del Cambio, se hizo elegir luego de años de juiciosa oposición. Muchos recordamos que con justa razón en su momento pusieron temas muy interesantes para el debate nacional, en esta ocasión nos concentramos en uno: los viajes de la primera dama. Antes de continuar, es preciso decir que Gustavo Petro siempre utilizó el micrófono para criticar al gobierno de turno, seguido de “el día que yo sea su Presidente, todo eso se acaba”.
Hoy un sector de la población le recuerda al presidente que con la vara que midió, será medido. Pues en los últimos días, ha sido noticia el Decreto con el que la primera dama Verónica Alcocer fue designada embajadora en Misión Especial y en el que se le autorizaron 63 millones de presupuesto para 14 días.
¿Qué dice el decreto?
El decreto se firmó el 14 de septiembre por el canciller Álvaro Leyva, en él se menciona que Alcocer asitiría al funeral de la reina Isabel II en el Reino Unido, a la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York, y al funeral del exprimer ministro de Japón Abe Shinzo en Tokyo.
Así, la primera dama representó al país del 17 al 30 de septiembre. En Londres y Tokyo tuvo unos viáticos autorizados de 640 dólares diarios; mientras que en Nueva York fueron de 500 por día. Además, se autorizó que viajara con dos acompañantes; un asesor de comunicaciones, y la amiga española de infancia, hoy nacionalizada colombiana y consejera para la niñez, que haría las veces de asesora de imagen..
El tema no cayó bien en sectores de opinión, puesto que el gobierno ha manifestado haber recibido una olla raspada y la necesidad de la reforma tributaria más ambiciosa de la historia para financiar el erario; también, porque los que hoy comandan el barco se hicieron elegir con el discurso de cambio y austeridad.
¿Pero qué hace la primera dama en Colombia?
En Colombia la figura de la primera dama está llena de ambigüedades, cada 4 años es el comodín de quién esté en la oposición para encontrar motivos. Sin ir muy lejos, los que hoy gobiernan utilizaron el nombre de la exprimera dama Juliana Ruiz en repetidas ocasiones, e inclusive pidieron la eliminación de su figura. David Racero, hoy presidente de la Cámara y congresista del Pacto Histórico, en su momento trinó lo siguiente:
Considero que esa figura debe desaparecer, no es útil y sí genera muchos gastos al país.”
Así, señalar que la primera dama no recibe ningún salario ni honorarios, puesto que no se considera funcionaria pública ni empleada de la Casa de Nariño. Sin embargo, si cuenta con un esquema de seguridad propio y si hace viajes protocolarios, estos los asume el Estado.
Aunque David Racero en una de sus intervenciones sostuvo que la esposa del presidente no tenía por qué anularse como profesional y renunciar a su vida productiva; es preciso aclarar que desde 1994 la Corte Constitucional aclaró que la primera dama puede tener otro empleo por fuera del Estado, o dentro del mismo, siempre y cuando no sea de nombramiento directo del presidente, de los ministros, de los jefes de departamento, o de los gerentes o directores de entidades descentralizadas. (Cambio, 2022)
También encendió las alarmas de la opinión pública que Veronica Alcocer viajara con comitiva, una vez en 2020 el Departamento de la Función Pública emitió un concepto especificando que la primera dama, sea de un municipio, ciudad o de la nación, «no está facultada para realizar algún tipo de contratación, supervisión o manejo de personal», es decir, no puede tener un equipo de empleados, ¿será que el asesor de comunicaciones y la asesora de imagen iban liderados por ella?
Ex primeras damas también han viajado bajo la figura de embajadora de misión especial
Para defensa del gobierno, es importante mencionar que no es la primera vez que una primera dama viaja bajo la figura de embajadora de misión especial, aunque sí es la primera vez que un candidato llega a la Casa de Nariño prometiendo acabar con las malas prácticas de sus antecesores, por lo que el uso de retrovisor en este caso, termina validando errores del presente con errores del pasado y reconociendo que se están replicando las mismas prácticas así sea en menor proporción.
Así las cosas, la esposa de Iván Duque, Maria Juliana Ruiz, en 4 años hizo 12 viajes al exterior bajo la figura de embajadora de misión especial. Por otro lado, la esposa de Juan Manuel Santo, María Clemencia Rodríguez de Santos, en ocho años hizo diez viajes bajo la misma figura. Mientras que la esposa de Álvaro Uribe, Lina Moreno, hizo cinco viajes en los mismos años de María Clemencia. (Semana, 2022)
Verónica Alcocer lleva cuatro viajes en menos de sesenta días. Nuestra primera dama ha visitado Noruega, el Reino Unido, Japón y Estados Unidos bajo la figura de embajadora de misión especial, lo que equivale al 33% de los viajes de Maria Juliana Ruiz en cuatro años; al 40% de los viajes de Maria Clemencia Rodríguez de Santos en ocho años; o, al 80% de los viajes de Lina Moreno, también en ocho años.
¿Opiniones encontradas?
Este gobierno está adoptando la mala costumbre que adoptó Iván Duque durante su primer año de mandato, quien ante cualquier error u oportunidad, exhibía el retrovisor y agregaba una frase como: “Santos lo hizo peor, Santos esto o Santos aquello”.
Lo que quizá olvida el equipo del cambio es que el país conocía perfectamente lo que hacían los otros, y era de eso precisamente que los colombianos estaban mamados. Aceptar hacer lo mismo así sea en menor proporción, no cambia el debate de fondo, pero si contradice el discurso y las promesas de campaña de quien cuando necesitaba votos era experto en destacar errores y asegurar que cuando él fuera presidente, eso se acabaría.
Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), dijo a la W que “es normal, legal y beneficioso para el Estado que en algunos actos el presidente pueda delegar a la primera dama para representar al país; se hace desde el Gobierno de Virgilio Barco”. (Pulzo, 2022)
Por otro lado, la senadora Maria Fernanda Cabal se preguntó qué había pasado con el cambio, y agregó: “más de $63 millones para que la esposa de Petro viaje por el mundo, a funerales de Estado. Bien le caería esa plata a los niños del Chocó o La Guajira”.
Diferentes sectores aprovecharon para emitir críticas en contra del presidente Gustavo Petro, pues recordaron las veces que él desde el Senado puso a Iván Duque en la pilastra pública por hacer cosas similares; por ejemplo, la vez que el hermano del ex presidente viajó en el avión del Estado, en contraste con que esta vez lo hiciera la amiga de infancia de la primera dama.
¿Y entonces?
Este hecho, sumado a otros que vienen sucediendo en días recientes, deja a un sector de opinión quizá con muchos sinsabores e interrogantes. De un lado, reiterar que ante cada error, no es necesario recordar que X o Y hacía lo mismo, para eso el país escogió el cambio, para que las malas prácticas terminaran.
Otros dicen que más allá del dinero que le fue asignado a la primera dama, quisieran saber ¿qué hacía la consejera para la niñez de la Presidencia de la República acompañando a Verónica Alcocer en una gira por el mundo, cuánto fueron sus gastos de representación y cuáles fueron sus funciones?
Finalmente, todo parece indicar que la olla no estaba tan raspada una vez que la promesa de austeridad es una de las más incumplidas por Gustavo Petro. No sorprende que la primera dama haya estado de gira por el mundo con el dinero de los contribuyentes, tampoco que se haya llevado a su amiga de infancia a tomar tinto, luego si aterra la capacidad del gobierno para hacer exactamente lo que criticó y prometió no hacer.
Todo indica que el equipo del Cambio está pasando de los mismos con las mismas, a más de lo mismo.
Períodismo investigativo digno de temas verdaderamente importantes.
Para muchos es más importante un viaje de la primera dama que la corrupción que durante muchos años permeo el Estado en todos sus poderes, se debe recordar que es más importante denunciar el elefante que nos ha rondado por años y que muchos callan por conveniencia.