30 DE AGOSTO DE 1863 A 30 DE AGOSTO DE 2023.
Transcurridos todos estos tiempos, desde una fecha considerada como oficial de fundación de la ciudad de Pereira, hasta el presente se yergue ésta, a paso acelerado hacia un destino bien definido de notable prosperidad, dentro de las ciudades intermedias que hay en el territorio nacional; es parte de los 1102 municipios que tiene asentada una población de más de 48 millones de colombianos.
Habiendo titulado este artículo con la reseña que toca con la propia ciudadanía y de otros que han ido llegando, por el atractivo que genera la Ciudad sin puertas, se ha de decir que nuestra cumpleañera tiene 472.000 habitantes, que según las estadísticas consultadas 52.6% corresponde a mujeres, y un 47.4% a hombres.
Cuando en 1917 el rugir de la línea ferroviaria hizo su entrada a Pereira había baja densidad demográfica, pero no fue obstáculo para que la conexión con el puerto de Buenaventura facilitara el comercio, y con ello se fuese presentando un incremento de la población, que veía en la ciudad un polo muy importante, generador de frentes de trabajo no solo en lo agrícola, sino también en la elaboración de productos esenciales de la vida diaria.
Es así como surge una institución conocida como la Sociedad de Mejoras Públicas, que se interesó hondamente en liderar un asunto llamado CIVISMO, como un proyecto de altas perspectivas del manejo de una mentalidad ciudadana, caracterizado por tener un debido y necesario control social, al realizar una ornamentación urbanística a esta joven ciudad. Es así que, teniendo como fundamento unas pautas morales y unos acendrados principios de cuidosa conservación, se dieron a la tarea de crear conciencia ciudadana, para hacer las mas valiosas obras de progreso que enorgullecen a todo ciudadano pereirano, participante proactivo y generoso en su pensamiento de ayudar a constituir a la Pereira de ese entonces, en una urbe de gran calidad humana y material, y como un ejemplarizante modo de sentir amor patrio por su terruño.
Ello se vio reflejado en que la ciudadanía tenia no solo virtudes cívicas individuales, sino que trascendían a un celo colectivo de solidaridad y respeto por las autoridades y la institucionalidad presente, pese a los muchos inconvenientes que significaban hacer posible esta hermosa realidad ideológico-cultural y social.
Hoy que celebramos 160 calendarios de una patria chica llamada Pereira, realzamos el capital humano de los ciudadanos comunes y silvestres, que hemos poblado este terreno de 702 Km cuadrados situados a 1.411 metros sobre el nivel del mar, y a quienes deseamos impartir la sabia doctrina que guarda la Instrucción Cívica, para vivir en armonía y sabia interactuación, guardando las requisitorias de una ciudadanía responsable que se reconoce asimisma como una fuente de respeto y consideración.
El entender que tenemos unos símbolos que deben ser conocidos y tomados en cuenta como la expresión de nuestra civilidad y buen comportamiento en hogares, colegios, oficinas, templos no importando su creencia, las calles, los lugares públicos de entretenimiento, de reunión social, o de sana diversión, deben convertirse en un acto de alta pedagogía cívica, para no dejar decaer el buen nombre de la Villa de Cañarte y con ello nuestro título de CIUDADANOS.
Siendo ciudadana de a pie, persigo con afán que quienes somos habitantes de esta denominada capital del Eje Cafetero, conozcamos cuales son los símbolos que representan nuestra identidad como centro de viva voz, de que significa tener una cédula de ciudadanía que lleva impresa no solo un código de identificación, sino la fecha de nacimiento y el lugar que, con las luces propias de amaneceres y atardeceres llamados pereiranos, nos dio su RUANA de cobijo para decirnos bienvenidos a la vida.
Es por eso que dejo el presente de reconocimiento, al dar una corta pero vital historia de los símbolos patrios que representan a LA PERLA DEL OTÚN, que nacieron precisamente hace cien años, cuando en 1923, cuando aún no estaban oficializados ningún símbolo para reverenciar los grandes acontecimientos y festividades propias, y por lo tanto no se contaba con simbología autóctona de nuestra expresión patriótica, se determinó por acuerdo # 39 del 19 de Octubre del año 23, que el Honorable Concejo Municipal, diera vida oficial a estos tres emblemas de significación ciudadana. Se declaró además como DIA FAUSTO para la ciudad el 30 de agosto de cada año, y celebrarlo con toda pompa y en honor a la fundación.
Esta metodología que hoy queda descrita en estas líneas, debe ser considerada como una dinámica inyectable en el pensamiento de cada uno de los ciudadanos de a pie, que deseamos a nuestra CIUDAD:
FELICES 160 AÑOS DE VIDA JURIDICA Y GEOPOLITICA.
DIOS TE BENDIGA MI QUERIDA P E R E I R A.
Con ustedes Amparo Bustamante Osorio
Periodista Conceptual.
Sus Columnas en el Periódico y sus artículos son como siempre Excelentes. Gracias por sus aportes al Civismo Pereirano. Gracias por MI CUENTO ES EL CIVISMO.
Excelente Doña Amparo Bustamante. Felicitaciones.