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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

Humor¿Las curvas?, ¡sí!, las curvas

¿Las curvas?, ¡sí!, las curvas

POR: Carlos Alberto Cardona M.

CONTRACRÍTICA. Con humor, amor, y ardor

Cuando el alcalde de mi pueblo regresó de la capital, reunió a sus colaboradores y con gesto de angustia les dijo : “ Hoy traigo una gran preocupación”; a lo que socarronamente y en voz baja algunos comentaron : “Hasta ahora, es lo único que ha traído”. Acto seguido y como en el cuento de García Márquez, Presagio,  se mostraron las curvas del gobierno nacional para anunciar que algo muy grave, estaba por pasar.

Hasta la aparición de la palabreja en todos los medios, creía ciegamente que Curva era un espacio en el que uno se mata cuando adelanta otro vehículo y hasta me acordé del muy querido profesor de Trigonometría, Arturo Posada, a quien cariñosamente llamábamos “Cateto” (No le gustaba la chapa), nos enseñó que por definición una Curva es una línea continua de una dimensión, que varía de dirección paulatinamente; pero no, la tal curva es otra cosa, relacionada con el coronavirus que nos tiene patas arriba.

Desde la aparición del primer infectado de Coronavirus en el país, la alcaldesa López ha demostrado, con respaldo científico, que sus curvas son más precisas y más preciosas que las de presidencia, eso dice también Angélica Lozano, que ha tenido en sus manos esas curvas, (las gráficas, claro). Sí, hablan de curvas estadísticas, necesarias para tomar decisiones serias, como debe ser.

Siendo las curvas tan importantes y tan grave lo que está por pasar, en Pereira, no conocemos la tal curva de propagación, contagio y muerte por coronavirus. No conocemos la curva de recurso clínico, UCI, Respuesta inmediata, Tecnología, recurso humano especializado, No se sabe si hay o no, curva de proyección de  respuesta funeraria ni de crematorio. (En caso de que la curva se vuelva recta ( Recta a la morque); los ciudadanos no conocemos  la curva del plan B, en caso de que el tal virus nos corone (Ni siquiera sabemos si hay Plan B).- No parece existir una curva que nos aproxime  a un POST COVID en Pereira.-

Claro que el alcalde, muy querido, con su aspecto angelical y cara de Yo no fui; apareció esta semana lleno de buenas intenciones anunciando medidas extraordinarias, cien mil millones de pesos, van a tomar cartera de independientes en bancos, préstamos, donaciones, perdón de impuestos, como 60 mil empleos. Una maravilla, nada de preocupaciones… Me emocioné tanto con el salvador nuestro, por quien suspiramos, que me arrodillé en dos tapas de cerveza, llorando de emoción, y hasta lo llegué a imaginar como un santo flotando en la puerta de la catedral, esa puerta grandota por donde entran al Altísimo; pero, no nos mostró ninguna curva de proyección de metas, alcances, cantidades, fechas; entonces, ya no pude parar de llorar, porque para llegar a esa tierra prometida, primero hay que salir de éste desierto en donde los mercados humanitarios, que por sus valores deberían tener arroz chino, tampoco tienen curva ni de costos ni de alcances.

Mientras tanto, antes de ver las maravillas prometidas, el Coronavirus nos tiene manos arriba; hay especulación con la comida, en una revueltería de  mi barrio nos cobraron 5 mil pesos por un ajo (El precio debe incluir tratamiento de ortodoncia para todos los dientes del ajo),  una cebolla cabezona  tres mil pesos, incluye escanografía y acetaminofén por si le duele;  pero no conocemos la curva que deberían tener para el control de precios, variaciones del mercado, productos que escasean, los que abundan y hasta los que sobran; necesarios para orientar al ciudadano y controlar la especulación durante la crisis.  La falta de comida en muchas casas empieza a ser tan grave que al parecer para comernos un huevo lo  vamos a tener que poner; es tan dramático, que mis vecinos están vendiendo el sanitario, porque no hay nada para echarle, y no hay curva que lo explique.

Y es que, como en todo el mundo, el ingreso familiar está lesionado gravemente; más aún, no obstante las milagrosas promesas del alcalde, la posibilidad de supervivencia de profesionales independientes (estrato maldito, 4), negocios básicos como bares, restaurantes, discotecas, ventas ambulantes y puestos de arepas, está agarrada de  una curva que va hasta el cielo, de donde se espera caiga maná, o maní, lo que sea. No hay una curva que nos muestre el impacto en más de 10 mil negocios que tendrán que cerrar, ni cómo los van a rescatar, mucho antes de que el alcalde nos lleve a la tierra de Peter Pan, (La tierra de nunca jamás)

AHHH, si “Cateto” volviera, seguramente nos explicaría el porqué la distancia que hay entre los dos puntos:  Uno, en donde están los que necesitan y dos, en donde están los  que “Auxilian”, esa es una curva muy, muy, pero muy  curva, ¡Sí! Señor.

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1 COMENTARIO

  1. Querido Hamlet, recuerda que un seno no puede ser mayor que uno, y que la hipotenusa se sostiene colgada de esa curva que rece cuando crece el cateto, ergo pequeño salta tapias, relájate y cultiva ajos en tu casa , crecen con asombrosa rapidez, te cuento que estoy comiéndome mi primera cosecha en un mes !!!!

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