Por JAIME DIEGO BEDOYA
*El Sindicato de Educadores de Risaralda, quedó en las mejores manos. Fue elegida presidenta Luz Marina Vallejo Sánchez, una maestra a carta cabal, en lo académico: licenciada en Ciencias Sociales, con especialización y maestría en investigación. En lo sindical, muchos años en la lucha por la reivindicación social y profesional de los docentes: Ha sabido combinar el ejercicio magisterial con las actividades sindicales, porque no siempre ha gozado de plaza en comisión. Su lucha va sincronizada entre la cualificación ética y profesional del educador y el justo reclamo por condiciones de vida digna tanto para maestros como para estudiantes. Esta maestra ha sido reconocida por los directivos donde ha ejercido su profesión, como persona intachable, cumplidora de su deber, comprometida tanto con el desarrollo intelectual y moral de los niños como porque los padres de familia no dejen sola a la escuela en el compromiso de promover intelectual y afectivamente a los estudiantes. En el ejercicio sindical, cumplidora, pulcra y transparente. En su papel de madre y esposa, jamás ha descuidado sus obligaciones, escudada en el excesivo trabajo sindical o académico para el que siempre cuenta con el apoyo de sus hijos y esposo. A lo largo de estos 50 años de existencia del sindicato, podemos decir que nunca antes un dirigente de las excelsas cualidades de Luz Marina había ocupado ese cargo. Ha habido voces destempladas que intentan desacreditarla, pero son las mañas de la izquierda infantil e inmadura, representada en un partido que no tolera la llegada de alguien que puede esculcar viejos procederes de componendas, compadrazgos y desfalcos a la plata de los maestros como la del fondo mutual, no aclarada hasta el momento. Son los viejos vicios de izquierdistas de pacotilla, aprendidos de los corruptos partidos tradiciones, que cuando se trata de defender canonjías, se vuelven una fiera. De ahí la obsesión de un sector del sindicato a no soltar los cargos directivos. La misma estrategia del uribismo, que tanto desdeñan: aferrarse al poder para evitar las investigaciones. Y, así, con el fucú de que, si ganan los opositores les quitarán a los maestros las conquistas que costaron años de lucha, se hacen reelegir indefinidamente los mismos con las mismas. Pero esos dirigentes no han podido convencer a su base de salir a votar por los nuevos líderes que necesita la nación. Ni tampoco han priorizado el compromiso ético y político con lo pedagógico sobre los asuntos estomacales. Porque, el magisterio colombiano, con honrosas excepciones, es izquierda sindical y derecha política: En ambos bandos obtiene prebendas.
Ahora sí, maestro, llegó quien te quería. Buena suerte, querida Luz Marina.
Jaime Bedoya Medina.
Un gran Saludo a la Maestra Luz Marina, a quien conozco y tengo el orgullo de compartir mesa de negociación en la alcaldía de Dosquebradas, donde ha demostrado ser una luchadora incansable, honesta y trabajadora permanente por los derechos laborales.
Felicitaciones al Ser y buen viento y buena mar en este periodo,que es una epoca de grandes retos.