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Columnista InvitadoAlgunas consecuencias de la apatía política

Algunas consecuencias de la apatía política

Por: María José Amaya A./El Opinadero Junior

Gracias al semillero Gliglicos, por darme la inspiración y el empuje para escribir esta sección sobre la gran crisis que nos rodea…

Me atrevo a decir que la raíz de nuestros problemas y distintos conflictos, radica en que el mando es entregado por poder de convicción mas no por méritos.

Una persona con buen poder de convencimiento, con oratoria o como decimos nosotros, con buena parla, en una cultura conformista como la nuestra, puede llegar a lograr caos y disfrazarlo de normalidad, sin que nadie se atreva a mencionarlo y mucho menos a pelear porque la realidad sea mostrada.

Poniendo además fichas estratégicas para que te respalden ante el público en tus decisiones, tu gabinete de ministros, o mejor dicho, de amigos, porque en su mayoría no están lo suficientemente capacitados para el cargo que ejercen.

Inclusive las cabezas de las propias instituciones que se supone, deben garantizar la protección de derechos y ser imparciales en sus decisiones, fueron elegidas obviamente, sin imparcialidad, pero no, todos sabemos que es así como debe ser y no lo podemos refutar.

Ahora, si tienes el don de la palabra y además gozas de poder, contarás con control desmesurado sobre los medios de comunicación para tachar la realidad, minimizar aquello que represente una amenaza y por qué no, también usarla para tu propio beneficio, ya sea aumentando el nivel de satisfacción con encuestas alteradas, o que quizás nunca han existido.

Si no tienes escrúpulos para comunicar, mucho menos los vas a tener para poner altos y regular, por ejemplo, lo que las distintas compañías y empresas ofertan, logrando un consumismo sin garantías.

Llegado a tal punto que explotamos sin conciencia y sin dolor, aportamos más a que los ricos se enriquezcan y los pobres sean aún más pobres, porque preferimos seguir regateando en las galerías y al campesino, que trabaja con tanto amor la tierra,  eso sí, si el precio es tres veces mayor en el supermercado, está bien y estoy dispuesto a pagarlo, si, así de hipócritas somos.

Tienes la excusa para invadir un país y/o  apoyar una guerra, basado en la protección de alianzas, cuando realmente lo que quieres es ocupar el territorio para expandirte o para tener control de sus recursos, hoy por hoy, el más preciado que sería el oro negro.

Prefieres seguir una guerra por odio y venganza en vez de buscar reconciliación y reparación, porque el sonido de los fusiles callara el murmullo de la corrupción; que corra sangre pero no fondos ni cuellos blancos.

Se plantea por aquellos que gozan con un poco más de comodidad, que todos los de clase media baja debemos estar agradecidos por tener un trabajo, no importa si este tiene o no las garantías que se supone están contempladas en nuestro Código de Trabajo y del cual, algunos empresarios parecieran no conocer. Que te debes “poner la 10” y aceptar horarios esclavizantes, pagos injustos y siquiera te atrevas a hablar sobre una incongruencia en tu nomina, no vas a tener la razón jamás, es más te tildarán como desagradecido; todo eso y más que se supone está en nuestros derechos, esos mismos de los que todos hablan pero nadie aplica.

Debe existir además, una manera para filtrar quiénes pueden y quiénes no, acceder a una educación superior gratuita, ya que no es un derecho sino una cuestión de suerte porque los fondos nunca alcanzan, las instituciones son muy pocas para tantos jóvenes,  necesitan mano de obra silenciosa y no un trabajador íntegro y justo que alce la voz cuando sea necesario. Si quieres superarte y salir adelante pero no tienes un puntaje que te avale, de malas, tú veras a quien le pides, qué haces o qué otra cosa vas a hacer porque desde este momento, deja de ser problema mío como gobernante y empieza a ser tuyo solamente.

Si se habla sobre igualdad, equidad, tolerancia,  respeto, paz y todo aquello que una nación de primer mundo goza,  nos tildan de izquierdistas, mamertos, vagos  y quien sabe cuántas más cosas, porque no queremos que el otro se exprese si lo que tiene para decir no es lo mismo que yo pienso, porque me importa poco si sus derechos son vulnerados mientras los míos estén bien. Es esa clase de indolencia, de la mano con nuestro conformismo la que no nos deja progresar.

Ya ves entonces qué tanto daño le puede hacer a una nación con tanto potencial, una persona que pueda endulzarnos el oído sin tener la menor idea de cómo administrar. Como esta es la realidad de muchos compatriotas, que nacieron pobres, no pudieron estudiar, se cruzaron de frente con la violencia y la desaparición forzada,  con dos opciones: unirse a la guerra o terminar con un tiro en la cabeza, mientras que sus familiares regateaban su tierra por un poco de dinero para sobrevivir y al final desaparecieron sin dejar rastro. Esta es la realidad que vivimos, tener que agradecer en silencio y de manera obligada, por lo poco que se tiene, sin esperanzas de algo mejor permaneciendo aquí.

2 COMENTARIOS

  1. ES EN BUENA REDACCION UNA POLITOGRAFIA DE UNA REALIDAD QUE VIVIMOS LOS MAL LLAMADOS PAISES EN DESARROLLO. SON UNA SIMULTANEA DE ANALISIS QUE TRIBUTAN EN UNA UNICA CATEGORIA: CAPITALISMO SALVAJE..O NEO LIBERALISMO A ULTRANSA.

  2. Muy buenos argumentos en la sustentación de como la falta de oportunidades en trabajo, estudio, genera desconcierto.
    La estructura política, educativa, va en contraviia con el mandato constitucional: educación gratuita para todos, derecho a un trabajo digno, derecho a la protesta.
    Vivimos en el país de las leyes, su falta de cumplimiento por parte de los gobernantes.

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